Desde su origen, Château Angélus lleva en su etiqueta una campana sobre un fondo claro que evoca los momentos de contemplación de la oración del mismo nombre. Verdadero símbolo de la propiedad, la campana atraviesa las edades, adornada con dorados, adquiriendo un encanto a veces refinado, a veces barroco, a veces estilizado… Esta campana, testigo permanente de una fuerte historia familiar, encarna una identidad real y una personalidad real. Detrás de su elegancia se esconden valores de tradición, modernidad y altos estándares, al servicio de la reputación de la finca.