Para el gran vino solo se utilizan viñas de más de 10 años. La proporción de Cabernet sauvignon varía del 80 al 95% según la añada, la del Merlot del 5 al 20% con algunas veces un poco de Cabernet franc y Petit verdot. En 2010 se instaló una cuba Merlot de pequeñas tinas de cemento (50 a 125 hl) para mejorar aún más el tratamiento de la parcela. La fermentación maloláctica se continúa en cubas en una sala de cubas específica ampliada en 2010 para preservar la identificación de la parcela.
Tras el montaje, la crianza de 18 a 20 meses se realiza en barricas nuevas de roble. Una característica importante es que las barricas están fabricadas por la propia Tonnellerie de Domaines de Rothschild, lo que permite que las barricas estén perfectamente emparejadas. El vino se embotella después de clarificarlo con claras de huevo frescas.
Fruto de un terruño excepcional, este vino legendario se considera a menudo como la quintaesencia de Pauillac y como "el primero de los primeros". Marcado por el Cabernet Sauvignon que le da su nobleza, sus aromas son inimitables, su estructura tánica sutil y refinada. Generalmente tiene que esperar unos diez años, pero se puede conservar durante más de cincuenta años en grandes añadas.