1er Grand Cru Classé de 1855
Las vides aparecieron por primera vez en lo que ahora se conoce como la finca Mouton-Rothschild a principios del siglo XVIII. La familia Rothschild compró la propiedad en 1853. Sin embargo, el barón Philippe de Rothschild, que tomó el control en 1922, fue el motor del éxito. Es un personaje dinámico que ha revolucionado la gestión de la finca. Fue el primero en introducir el embotellado en los castillos ya en 1924 y, después de la Segunda Guerra Mundial, creó la práctica de emplear a un artista diferente cada año para diseñar la etiqueta. Su mayor logro fue convertir a Mouton en un Premier Grand Cru Classé en 1973, el único cambio en la clasificación de 1855. Philippe murió en 1988 y la propiedad pasó a manos de su hija filipina.
El viñedo, que comprende 75 hectáreas de suelos principalmente a base de grava, está plantado con 80% Cabernet Sauvignon, 10% Cabernet Franc, 8% Merlot y 2% Petit Verdot. La uva se recoge a mano y el mosto se fermenta en barricas, no en cubas. Tras la fermentación, el vino se cría en barricas nuevas de roble durante 22 meses antes de su embotellado. La producción total es de 25 a 30.000 cajas, divididas entre el propio Mouton y el segundo vino, Le Petit Mouton, establecido en 1993.
Para el sello Mouton Rothschild de 2001, Robert Wilson eligió representar a Filipinas en una sinfonía de colores en la que el verde de la vid y el oro del sol armonizan con el equilibrio cromático del vino, desde el rojo claro al morado oscuro.