J. Bally se encuentra en Carbet, Martinica, no lejos del monte Pelée. Los orígenes de J. Bally se remontan a 1917 cuando Jacques Bally compró una empresa azucarera entonces en ruinas, la casa Lajus (cuya creación se remonta a la década de 1670). Un verdadero visionario, este joven ingeniero de la École Centrale de Paris lo dotó entonces de una máquina de vapor y una columna criolla propia, inspirada en los procesos de elaboración de alcoholes finos como el Cognac. Se convirtió en uno de los pioneros de las técnicas de envejecimiento de los rones agrícolas. Para fortalecer su marca, decidió ofrecer a su producción una fuerte identidad a través de una botella con un diseño único, primero en forma de pirámide y luego en forma cuadrada. Hoy, es Saint-James quien destila el ron Bally.
Este Bally Millésime 2000 Brut de cas revela una paleta aromática abundante y compleja con una profundidad soberbia. En boca son notas especiadas que destacan con potencia y finura. Finalmente, el final presenta notas de maderas preciosas y por lo tanto ofrece un bouquet de infinita grandeza.