¡Arianna Occhipinti! Si aún no conoces este nombre, recuérdalo porque esta joven está dejando su huella en la viticultura siciliana. Sus vinos se encuentran ahora entre las mejores botellas italianas. El elogio está lloviendo sobre ella y es bien merecido, ya que los vinos que este talentoso viticultor da forma, añada tras añada, sorprenden por su pureza y delicadeza. Apegada a su isla natal, se acerca al vino con un espíritu de rara libertad, refrescando los espíritus y revolucionando las ideas preconcebidas. Da forma a vinos distintivos que reflejan los terruños de su viñedo, con el máximo respeto por los equilibrios naturales. Hacer el llamado vino natural no es un fin en sí mismo aquí, sino un medio para hacer grandes vinos.
Fue a los 16 años cuando Arianna comenzó su aprendizaje en el vino siguiendo a su tío Giusto Occhipinti de Domaine COS en Vinitaly. Formada en una buena escuela, decidió de todos modos continuar su licenciatura estudiando enología en la Universidad de Milán. En 2004, regresó a su tierra natal, en la región de Vittoria en Sicilia, y se propuso crear su propia finca. Luego cultiva su primera parcela ubicada en el lugar llamado "Fossa di Lupo", plantada en particular con Frappato, una variedad de uva que ofrece vinos florales y elegantes. Su primera cosecha salió en 2006. ¡Arianna tenía solo 24 años en ese momento! La finca luego se expandió entre 2005 gracias a la plantación de 8 ha compuestas por Nero d'Avola, Frappato y dos variedades de uva blanca Albanello y Zibibbo (Moscatel de Alejandría). En 2006 y luego en 2010, Arianna recupera parcelas formadas por viñas viejas de Frappato y Nero d'Avola, en particular en las localidades de Bombolieri, Bastonaca y Pettineo. Finalmente, en 2012, Arianna compró Azienda Bomboleri, una finca vecina compuesta por 6,5ha de viñedos de cultivo ecológico.
Venta limitada a 3 botellas máximo